miércoles, noviembre 19, 2008

Monterrey


Las abstracciones siempre han sido del todo mi gusto y aun que no soy buen fotografo intento generar algo emocionante.

Hubiese querido fotografiarte bajo ese carro de ferrocarril con tu enorme sonrisa y despues de eso abrasarnos.


Todo era como una enorme maqueta bajo ese cerro ...


El día se cubrio por completo de ternura y Rubén afirmó (con voz ya completamente recuperada) que regresaríamos mañana. La cámara estaba por agotar la pila.




Hacia tanto viento que sentia que mi nariz se caia congelada. Ya había perdido la voz, y tambien una memorida de 1G llena de shots del cámino en aquel orrible bar de barrio antiguo. Persistia el mismo resplandor amarillento sobre el asfaldo del parque, el viento jadeaba como respiración rápida, ahogada y gélida. Caminabamos lentamente Rubén (mi compañero de viaje) y yo hacia las rocas y sentia que la frente se me hinchaba bajo el sol quemante. Todo aquel viento frío se pesaba frente a mi.



Incisto todo era como una enorme maqueta.



Tome el autobus a las seis, un poco retardado. Hacía mucho viento, comí una extraña mezcla echa con tostitos y esquites. Me senti adormecido por la prisa y la carrera, añadido que acavaba de comer. Dormi casí todo el trayecto de regreso.



1 comentario:

NOCOOL dijo...

es un lugar fotogenico ¡¡¡
estan bien lindas las fotos :)

pero alla quien lo pasea como aca ¿heeee? ^__^