martes, agosto 26, 2008

Viajeros


Una y otra vez, de ningún lugar, de ningún barrio, siempre mirando el atardecer desde distintos puntos, días alternos. Tuvimos que despedirnos, no es la más feliz de las despedidas, pero pudo haber sido mejor. Mientras terminas tu mate cocido con cascara de naranjo yo reinterpretaré la levedad de vuelta a casa y le hare llegar tus saludos a Jp.

2 comentarios:

Diana Alt dijo...

la levedad del ser?

Vocho dijo...

exactamente! el de Kundera